Nombre del personaje escogido:Ted Lupin
¿Por qué te gustaría tomarlo? Porque me parece que es un increíble personaje, divertido, alegre, amable, pero tiene una lucha interna muy grande, al querer vengar a sus padres haciendo todo aquello que le enseñaron era incorrecto.

¿Qué le añadirías?
Por ahora nada, creo que es perfecto tal cual es.

Respecto al casting, esta basado en la trama que se desarrolla ahora, creó que es un momento importante para el, pues tendrá que enfrentar las consecuencias de la decion y el bando que tomo. Pues no solo hiere a los "responsables" de la muerte de sus padres, sino a inocentes y sobretodo a su propia familia.
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Llevaba toda la mañana del sábado demasiado nervioso, desde que aquella carta había entrado por la ventana, por mucho que trataba no podía quedarme quieto, los Casus Belli se reunirían hoy y aunque había asistido a varias reuniones antes esta se sentía diferente, o probablemente solo yo la sintiera así.  A pesar de que todas las reuniones anteriores se habían realizado en horarios normales, la tarde, la mañana, nada fuera de lo común, para no llamar demasiado la atención, no me gustaba nada que esta se hiciera en un día en el que los chicos salían de visita a Hogsdmade, menos porque nuestro sitio de reunión era el lugar que varios chicos visitaban. La casa de los gritos era todo un lugar icónico, por la cantidad de historias que se contaban de lo que había pasado en su interior, de lo que sus paredes guardaban, claro, algunas eran ciertas, otras, solo historias para ahuyentar o atraer personas.  Pero de lo que estaba seguro era de que muchos alumnos la visitaban en las salidas, ya fuera por intrépidos, por cumplir alguna apuesta, solo por curiosear, yo lo había hecho millones de veces cuando iba al colegio y no me sentía nada cómodo de que se hiciera en ese lugar o precisamente este día, sentía que ponía en peligro a los chicos. Sobretodo porque varios de mis primos aun asistían al colegio y claro, eran los que más se podrían meterse en cualquiera de esos problemas, además de que son demasiado curiosos. Al pensar eso ultimo solo aparecía la imagen de mi pequeña Lilly, si algo le pasara, yo, bueno,  simplemente no me lo perdonaría jamás.

Me había sentado muy bien el no asistir a trabajar hoy, pues ya no me quedaban más excusas que dar, aunque Harry fuera…mi jefe y normalmente me deja faltar cuando lo pedo, no me sentía bien de abusar de eso, por eso que la reunión fuera en sábado me sentaba a la perfección. Aunque no me sentí nada bien al mentirle a Victorie pues ella tenía pensado pasarse también por el pueblo. No podía ir con ella, no, pues era muy seguro que insistiría en ir conmigo a todos lados y sin importar lo mucho que dijera no lograría hacerla cambiar de opinión, tiene todo el gen Weasley para salirse con la suya, y supongo que tampoco querría hacerlo. Nuestros trabajos nos absorbían casi por completo, demasiado tiempo, por lo que era muy complicado que coincidiéramos, yo lo veía como una prueba más en nuestra relación, ya habíamos superado muchas en el pasado por lo que no suponía un problema para mí, aunque claro que extrañaba su compañía. Por lo que no habría podido rechazar pasar el día en su compañía, aun sobre lo que creía que debía hacer, sobre mis ideales, que por obvias razones, tanto ella como el resto de la familia desconocían.

Me tarde más tiempo del necesario en salir rumbo al pueblo, sabiendo que llegaría tarde, pero no tenía opción, menos esta vez, si siempre pasaba algo cuando nos reuníamos, al menos esta debía ir a tratar de controlar los daños, asegurarme que ninguno de mis primos resultara herido. Aunque cuando llegue ya era demasiado tarde, la famosa tienda de dulces estaba completamente destruida, y por primera vez me cuestione lo que estaba haciendo, ¿Cuántos niños estarían dentro cuando la bomba se detono? Esperaba que poco, pues aunque quisiera pensar que ningún niño eso sería casi imposible. A quien engañaba, si era de las primeras tiendas en llenarse en cuanto los estudiantes iban llegando al pueblo. No podía pensar en nada que sirviera, tenía que ir a la Casa de los Gritos, pero la mayor parte de mi quería quedarse a ayudar. ¿Qué estoy haciendo? No dejaba de preguntármelo una y otra vez cuando pasaba la mirada por el lugar y veía el pánico que todas las personas reflejaban, cuando veía a un niño llorar o a los profesores. No, Ted, piensa en tus padres, tus padres muertos, puedes seguir, puedes hacerlo. Me dije hasta que por un pequeño momento lo creí. Sabía que en algún punto debía sentarme a pensar todo lo que estaba pasando, pensarlo muy afondo.