Long time no see - Lorcan X. Scamander

❝Long time nosee

21 de Diciembre - Vacaciones de Navidad - 6:00 pm

Un pequeño niño tiró de la camiseta de Lillian, llamándo su atención, y la pelirroja lo miró, sonriente de poder ofrecer su ayuda a un cliente más. —¡Hola pequeñito!— Exclamó mientras se arrodillaba para quedar a su altura, a pesar de que no habría sido necesario, pues era muy bajita para su edad. Le preguntó si podía ayudarlo en algo y le señaló la insignia que prendía de su ropa, que indicaba que era parte del personal de Sortilegios Weasley. En realidad, Lily no trabajaba a tiempo completo allí, simplemente estaba de paso, para llenar los primeros días de sus vacaciones y alivianarle el trabajo a su tío George, que decía estar volviendose loco con la cantidad de clientes que llegaban a su asombrosa tienda de bromas. Bueno, tal vez eso último no era del todo cierto, pues en realidad había sido la chica Potter la que le había puesto esa excusa a su tío, que nunca se quejaba de su trabajo, para poder ir a pasar el rato en el negocio, es que Lillian amaba ese lugar y amaba ayudar a las personas. Además, podía conocer personas interesantes y probar los nuevos prototipos de productos y echarse unas buenas risas con el mejor bromista de la familia y mantenerse alejada del frío invernal. Por algún lugar de la tienda, probablemente en el trastero en aquel momento, estaba su primo Fred, que tenía esa costumbre de acompañar a su padre siempre que podía, y como Roxanne tenía otra cosa que hacer ese día, George había aceptado la propuesta de su sobrina. La pecosa no podía estar más encantada.

Lily estaba enseñandole al pequeño mago la colección de Magifuegos Weasley que venía en distintos tamaños cuando oyó la campanilla de la puerta. No pudo evitar quedarse tildada unos segundos al reconocer a la persona que acababa de ingresar. Cuando se recuperó de la sorpresa, le dijo al niño que siguiera mirando, que regresaría en unos minutos, y que por nada del mundo se atreviera a poner en marcha alguno de los cohetes. Se pasó una mano por el cabello, inconscientemente, y se acercó al muchacho que había entrado. —¡Lorcan!— Exclamó la muchacha con una de sus típicas sonrisas encantadoras. —¿Cómo estás? ¡Hace mucho que no te veo! ¿Qué te trae por aquí?— "Se suponía que lo había superado" pensó la Gryffindor. Se suponía que había aceptado el hecho de que Lorcan Scamander era inalcanzable y, por alguna razón, volver a verlo seguía haciéndola sonreír como una idiota. Solo esperaba poder disimularlo tan bien como lo llevaba haciendo hasta el momento. Ciertamente desde que el rubio había terminado Hogwarts, ese amor platónico que la bruja sentía por él se había disipado un poco, pero se alegraba de verlo, de veras.