Company {Albus}

Estaba caminando por los corredores del castillo sin prestar atención muy bien a donde iba. La semana había estado llena de emociones. Ahora necesitaba un tiempo a solas para poder poner mi mente en calma. La verdad ni pensaba en nada, no quería reprocharme de las cosas que había hecho y no había hecho durante la semana. Prestaba atención a los detalles del castillo como las columnas y esas cosas. Si fuera muggles seguramente me iría por una carrera como ingeniería civil o arquitectura. Tal vez ese era mi destino, aprovechaba para matar dos pájaros en un tiro. Ya tenía futuro y en el mundo muggle nadie sabía quien era Harry Potter ni la familia Weasley. Estaba pensando en demasiadas tonterías. Solo que aun no estaba listo para recordar los sucesos de antes del beso de Alyssia. la cual no me hablaba desde eso y me tenía muy confundido. Sentía que me lo merecía ya que me había metido con Amélie su compañera de colegio. Fue como si la estuviera llamando ya que la vi en un pasando en el corredor perpendicular al mío. Desde esa salida no le había hablado, sentía que era momento de saber bien que era lo que había ocurrido.

Comencé a caminar detrás de ella a una distancia prudencial, sin que mis pisadas sonaran para alertarla. Cuando se detuviera la iba alcanzar en algún momento. Solo estaba seguro de lo que había ocurrido al inicio, habíamos decidido a salir por un par de copas que se transformaron en más en el momento, llego un punto en que ya no podía controlarme. Una cosa llevo a ala otra y terminamos haciendo cosas que no se deberían mencionar en voz alta. Estaba muy confundido por que sabía que si había pasado aun tenía en mi cabeza pequeñas imágenes de lo que había sucedido cuando mi el alcohol no ahogaba completamente mi cuerpo. Lo demás estaba completamente en negro. Amanecer con ella a mi lado había sido algo completamente no planeado. No iba negar que me había divertido con ella y me la había pasado demasiado bien antes de perder la conciencia. Solo había sido un pequeño shock al inició. Arrepentido si estaba pero no de acostarme con ella, nunca se debía de arrepentir de estar con una chica, solo si de las condiciones en las que había estado en el momento.

La seguí hasta lo que era la torre norte y entre por la misma puerta que ella. Sacaba a un balcón el cual no sabía que existía. Esa torre casi no a había recorrido. Yo le sonreí cuando volteo a verme, -Hola Amélie- dije cuando ella repartía dos besos en mis mejillas. Por mi parte recibió un pequeño abrazo, quedándome aun lado de ella con un pequeño espacio entre los dos. -¿Como has estado?- pregunte mirándola a los ojos. No la había visto desde nuestro "pequeño" encuentro. No sabía como iniciar la conversación, no pensaba en una frase coherente o buena. Era algo que pasaba cuando estaba nervioso en aquel momento aunque no lo expresaba en mi expresión. -hace tiempo que no te veía y déjame decirte que estas hermosa- comente con una sonrisa en mi rostro. Gire mi cuerpo dándole la espalda al paisaje, recargando mis codos y mi espalda baja en la baranda de la terraza. Poniendo mi atención a ella.

Me reí por como pronuncio mi apellido, no sabía si lo hacía de broma o asi era su pronunciación pero sonó demasiado extraño. "Pogger" la palabra sonaba como el mote de un asesino serial. También me sonaba a una palabra solo que no podía recordar la palabra con la que se parecía.  Seguía pensando tonterías pero me ayudaban a  restarle importancia a las demás cosas en mi cabeza. -Creo que si, depende el significado de cada quien- dije guiñándole el ojo de una forma juguetona. La verdad era que si la había seguido, ¿para que negarlo? Ahora no sabía si seguirla había sido la mejor opción, no estaba seguro cuando se diera otra oportunidad perfecta para hablar. Las imágenes de nuestra salida me perseguían, no literalmente si no que llegaban a mi cabeza en pequeños flashazos y no sabía como me debía sentir. Ya al estar recargado en la baranda, la mire y le sonreí conteniendo otra risa. No quería molestarla. Lo que había dicho no era nada más que su extrema confianza por si misma, algo que era atrayente y que te cohibía al mismo tiempo; o al menos eso era en mi caso. -Me alegro de escuchar eso- dije manteniendo mi sonrisa en la cara.

Esa pregunta iba llegar tarde o temprano, era una de las reglas de cordialidad que siempre debían estar presentes. Decirle como verdaderamente me encontraba iba tomar bastante tiempo. -Bien, no me puedo quejar de nada- dije desviando brevemente mi mirada. Era una verdad y una mentira al mismo tiempo, no estaba bien pero ciertamente no me podía quejar de los sucesos de la semana. Los dos habían sido increíbles aunque del primero solo recordaba pequeñas partes, lo que recordaba había sido intenso y magnifico. El segundo suceso apenas había sido un beso pero los sentimientos que estaban involucrados ocasionaron que la experiencia fuera sencillamente arrolladora. Hice un gesto con los hombros restándole importancia al asunto. Sentir su mano apretando la mía, fue algo extraño ya que las sensaciones que me produjo no las esperaba. No eran las mismas que había sentido con el tacto de Alyssia, eran distintas pero no sabía como explicarlo.

Volteé a verla nuevamente con una sonrisa pequeña en mi rostro. La respuesta de la siguiente pregunta que me hico era más sencilla por lo que la respondí de inmediato -Andaba paseando, despejando mi mente-. Esta vez sin verdades a medias. Me encontraba en esa parte del castillo por que era donde los corredores me habían llevado ya que no había puesto atención a todo el camino. Negué mi cabeza ante su agradecimiento, al principio no entendía el porque. Al recapitular toda la conversación solo había una cosa que había dicho para que dijera esa palabra. Se me hacía una tontería que lo agradeciera ya que era la verdad, la mayoría de los hombres del castillo pensaban lo mismo que yo, de eso no tenía ninguna duda. -No hay de que, solo afirmaba algo que es realidad- dije copiando la posición en que ella estaba, para observar un poco el paisaje que ofrecía la torre. En el momento que nos quedamos callados, voltee a verla o mejor dico la miraba de reojo. Viendo sus facciones y su expresión. Tenía esa manía de quedarme mirando a las personas y no era para molestar, solo me daba curiosidad saber que historia estaba detrás de todas ellas.

Cuando volteo a verme, desvie brevemente la mirada al verme nuevamente atrapado. Asentí con mi cabeza -Si... creo... no se como comenzar, mi mente sigue confundida y siento que es una falta de respeto hacia a ti que no recuerde completamente esa noche. Sigo teniendo dudas sobre eso, bueno quiero saber que paso en las lagunas que tengo- dije, levantando mi torso, recargándome ahora con las palmas de mis manos. Había desviado mi mirada completamente de ella, estaba nervioso y no hubiera dicho nada al enfrentarme con sus ojos. Podía enfrentarme cara a cara con el peor profesor del colegio, pero si se trataba de sentimientos era un completo desastre. Mi madre me decía a menudo que me parecía a mi padre en esos aspectos, que era demasiado lento. No se lo podía discutir. Solo que me daba pena hablar de ciertos temas aun con las personas de mi confianza. Lleve una de mis manos a mi cabello, revolviéndolo más de lo que siempre estaba. -Mi cabeza es una gelatina en estos momentos de lo revuelta que esta- le confesé.

Volteé a verla un momento después de sentir el contacto de si piel con la mía, sonriendo levemente. Seguía sin poder identificar lo que su tacto me producía y eso provocaba que me sintiera indefenso ante ella. Sentirme asi no era algo que me gustara después de experimentarlo los primeros años del colegio. Eran situaciones distintas, lo tenía muy presente en mi mente, sin duda esta era mejor pero al mismo tiempo daba más miedo. Tal vez se debía a como la situación se había dado, si seguramente era eso. Ahora que me daba cuenta no era incomodidad si no una especie de remordimiento que se veía intensificado al tenerla tan cerca. Me daba vergüenza no poder acordarme de todo lo que paso aquella noche, ninguna chica se merecía algo asi, y también de mi actitud con unas copas encima. También me sentía un poco culpable ya que sin querer yo lo había propiciado al invitarla a beber. Seguía sin arrepentirme de estar con ella si no el hecho de como lo había hecho, además que era alguien menor que yo aunque no se notara. La verdad eso ni importaba, solo eran ideas que traía mi mente para hacerme sentir más miserable. En parte estaba lo del beso con Alyssia y no sabía como debía seguir a partir de este punto.

Después de haber soltado mi pregunta la mira un tanto más tranquilo al soltar un poco de todo lo que me inquietaba. Mire los movimientos que hacían y como después se giraba, como yo antes había estado. Como se encontraba y el paisaje atrás hubiera quedado excelente un retrato. Que cosa pensaba, no me podía desviar del tema. Con la imagen ya en mi cabeza podría dibujarla después aunque claro no sería lo mismo que una fotografía. Lleve una mano a mi cabello despeinándolo, tratando de alejar esos pensamientos aunque eran mejores que los anteriores. Su pregunta me la esperaba pero tenía cierta esperanza que no la hiciera, era obvio que muchos detalles de esa noche se quedarían solo en nuestras cabezas. Hice una leve mueca pensando en que era lo que me gustaría saber. Antes de que pudiera preguntar, ella volvió hablar y yo la escuche atentamente. Me sentí un poco estúpido ya que los dos estábamos alcoholizados, yo no sabría decir quien estaba más pero al menos en algún punto habíamos estado parejos.

Me dio un poco de gracia la pose que tomo, algo que no deje que expresara mi cara ni mi cuerpo. Generalmente era la posición que adoptaban las mujeres de mi familia cuando estaban cuestionando algo o se encontraban molestas. Ahora me daba cuenta que no era solamente de ellas. Asentí con mi cabeza ante su pregunta, separe mis manos del barandal. Poniéndome derecho, mirándola directo a sus ojos -Si, también lo se- dije seguro. Levantarme con ella al siguiente día había desechado todas las dudas de si realmente había ocurrido. Confiar solo en mi memoria hubiera sido algo estúpido. Me acerque a ella y coloque mis manos en sus hombros, trague un poco de saliva antes de comenzar hablar. No podía seguir desviando la mirada solamente por pena. -Solo quiero saber si un par de cosas...  - dije mientras despegaba una de mis manos de su cuerpo y la llevaba atrás de la nuca. Hablar de esos temas era difícil para mi. -¿Te hice daño?- respire hondo antes de continuar -Y... ¿Te gusto?- dije moviendo las cejas sugestivamente jugando. La ultima pregunta no iba pero por los nervios se me había olvidado lo que realmente quería saber. Al menos la pequeña broma serviría para poderme relajar más.

Le sonreí ante su afirmación, no estaba tan perdido como algunos llegaban a estar, eso me hacía sentir mejor... muy poco para aliviar toda la culpa que me embargaba. -No podría olvidar por completo algo como lo que paso- dije manteniendo mi mirada sobre ella. Tenía que reconocer que ni estando sobrio tenía buena memoria con los sucesos que me pasaban, luego me equivocaba en las fechas, hechos o personas involucradas en alguno de mis recuerdos. Eso se me hacía muy gracioso ya que se me facilitaba aprenderme cosas insignificantes como la bibliografía de casi todos los reyes de Inglaterra que poca importancia tenía en nuestra comunidad. -¿En serio?- pregunte después de su contestación, aunque después lo dejo claro con su segunda afirmación. Cuando agacho su mirada lo dude un poco, luego se ocultaban cosas así pero ya después quedo todo claro al ver sus ojos que no mostraban nerviosismo o mentira. Al menos ya mi conciencia podía estar tranquila de algo. -eso me hace sentir más tranquilo- le confesé. Ya estaba mucho más relajado del principio y me alegraba, volver hacer yo mismo. Ahora si podía bromear con ella y tener una conversación mucho más amena que al inicio.

Ahora que ella me decía que ella había sido la que había provocado las marcas se aclaraba algo que no había sabido contestar ante la mirada interrogante de Scorp sobre esta al quitarme la playera para dormir. Siempre que me rasguñaban o pegaban con demasiada fuerza se quedaba marcado y dependiendo de que tan fuerte era lo que me hacían. -ahora ya entiendo por que esas marcas- comente llevando mi mano libre a mi barbilla "pensando". Esas marcas seguían en mi espalda esta mañana ya mucho más tenues de lo que estaban al comienzo. No había relacionado los sucesos y me sentía un idiota. Volví a rascarme atrás de la nuca apenado nuevamente y reí un poco -apenas se están quitando- comenté, sin ninguna intención de hacerla sentir mal. Volví a reír levemente.

Seguía teniendo esa mirada pícara en mi rostro. Una leve carcajada salió de mis labios al ver su confusión, al menos esta si me había salido. Me calle al ver su expresión y tragué un poco de saliva, siguiendo el juego o al menos eso esperaba que fuera. -demasiado creo yo- dije mirándola coquetamente. Mi atención fue hacia lo que hacía con mi mano, contuve por un momento la respiración al sentir sus labios sobre esta. Era algo que ciertamente no me esperaba. Lleve la mano que había soltado a su rostro para acariciar su mejilla, solo era un impulso que me había llevado hacer eso. Era solamente un juego. Pudiera ser que en otras circunstancias, haría algo para volver a probar sus labios ahora si de una manera consciente. Después del beso con Lyssia ya no me apetecía probar otros. El destino era una cosa cruel o al menos a mi percepción lo era, durante mucho tiempo me había encontrado solo y de repente sucedía todo esto. Tendría que ser alguien verdaderamente loco o cuerdo para entender estas encrucijadas de la vida.

Después de acariciar su mejilla baje mi mano hasta el costado de mi cuerpo. Negué un poco la cabeza sonriendo divertido ante sus palabras. Yo no me creía lindo o bueno no muchas personas se habían referido así de mí en estos tiempos, eso excluyendo a mis primas y hermana. No creía que muchas compartieran su opinión. Era muy gracioso para mi ya que cuando era pequeño lo oía tan a menudo que se volvía irritante, con solo recordar con el tono en que lo decían los bellos de la nuca se me erizaban. Lo bueno que esa se terminaba al pasar a la adolescencia.  -Gracias - dije volviéndola a mirar a los ojos. Después mi mirada se dirigió por unos segundos a donde se había desviado la suya, extrañado de su gesto al mirar hacía la puerta. Uno se acostumbraba a los ruidos del castillo hasta el punto que uno ya no los escuchaba, era normal para nosotros que los fantasmas o el poltergeist del castillo hicieran sus ruidos, como el barón sanguinario y sus cadenas.  

Al iniciar esta clase de juego con ella era colocarme en la cuerda floja donde todo podía pasar. Cuando ella subió su mano a mi mejilla, no sabía si era todavía parte del juego. Lo dudaba un poco pero no lo suficiente como para apartarme, confiaba en Ame. No se sentía correcto estar así con ella así tan cerca. ¿Debía detenerlo? la respuesta era obvia pero mi cuerpo parecía no reaccionar ante mi cabeza. Estaba en un estado de confusión tremendo y antes de que me diera cuenta ella había agarrado mi camisa, jalándola al mismo tiempo haciendo que nuestros labios se juntaran. Me quede totalmente estático ante su accionar. "joder" ahora estaba con el agua al cuello por describir la situación. Era algo que no podía seguir, mi cuerpo y mente ya solo respondían a una persona aunque eso parecía apresurado. Alcé mis dos manos colocándolas sobre sus hombros y con cuidado me separe de ella. Tal vez con la acción que acaba de hacer ya no volvería a pasar nada, por el momento eso estaba bien pero si las cosas no se daban como yo quería pensaría lo contra. Esperaba que el Karma no me llegara.  -Amélie yo... guau...- susurre, no sabía que decir. Mi mente quedaba en blanco cada vez que trataba de hilar una oración.

-no se que decir...- dije agachando mi cabeza todavía con mis manos sobre sus hombros. Negué varias veces con mi cabeza. En mi mente apareció la imagen de Alyssia cuando esta había sonreído por algo que había dicho. Me sentía como un loco, -perdóname pero solo no puedo- dije en voz baja soltándola y dándome la vuelta rumbo hacía la puerta. Al agarrar el pomo de esta me voltee un poco para verla con un gesto de disculpa en mi rostro. Pudiera ser que después me arrepentiría por hacer esto o tal vez no pero no había vuelta atrás. Abría la puerta y volví a entrar al castillo. Tenía una mezcla horripilante de sentimientos, muchos de ellos encontrados pero al menos tenía tranquilidad, si sonaba raro pero estaba tranquilo al saber lo que había pasado aquella noche.