Be a badger, be leal. » James M.

No te tomas nada en serio, Edmund. Probablemente sea la frase que más ha escuchado durante su corta pero intensa vida, aunque oír como lo mandan al despacho del director le siga muy de cerca. Le gusta divertirse, y sí, rara vez se toma algo en serio, aunque teniendo en cuenta la edad que tiene de vez en cuando muestra algún signo de madurez. Pero sí, rara vez. Jamás va a reconocerlo, pero si se ha tomado diversas cosas en serio, ya sea una chica o su propio futuro, cosa que le atormenta bastante, aunque a ojos del mundo actúe como un pasota ante dicho tema.

Leal. Honor. Cuando el Sombrero Seleccionador decidió meterle en Hufflepuff hubo algo dentro de él que se encendió, algo que lucir en su pecho orgulloso. Desde entonces su propósito fue demostrarse cada día que merecía el lugar que aquel pintoresco objeto le había dado en tan maravilloso lugar. Eso sí, no dejo de extrañarle, pues nunca había sido un chico demasiado trabajador, pero comprendió que ser un tejón es mucho más que eso.

Eres un Montgomery. Sí, lo sabe. Así que no puede evitar tener aquellas características que definen a su familia, pero no considera que sea malo. No comparte los ideales de esa gente, es más, probablemente por ser mestizo no quieran saber nada de él, pero no puede evitar esos aires de grandeza que le da tener un apellido reconocido, aunque sea al otro lado del planeta.

Lo juro por Merlín, o por Dios, por quien quieras. Es una hombre de palabra, si promete algo, lo cumple, aunque le vaya la vida en ello. Es protector e intenta ser amable con todos, aunque le sea imposible con algunas personas. No cree en la pureza de sangre, ni en que nadie sea mejor que nadie, y mucho menos por derecho de nacimiento. Es la persona más cabezona que vas a encontrar, cuando algo se mete en su cerebro lo más posible es que jamás salga de allí.